Hand Of The Desert
Seizing the opportunity to camp with the Hand of the Desert, which boldly protrudes from the ground of the Atacama Desert. A symbol of human frailty, loneliness, and pain, it was a finger-pointing pleasure to behold.
Aprovechando la oportunidad de acampar con la Mano del Desierto, que audazmente sobresale del suelo del Desierto de Atacama. Un símbolo de la fragilidad humana, la soledad y el dolor, fue un placer para la vista señalar con el dedo.
Words by/palabras de Lisa Morris, Images by/imágenes de Jason Spafford
In the isolation of one of the world’s driest and most deserted places lies an iconic piece of artwork. Taking a quick pit stop in Antofagasta, a port city in northern Chile, we’re en route to the Mano del Desierto in the Atacama Desert.
En el aislamiento de uno de los lugares más secos y desiertos del mundo se encuentra una obra de arte icónica. Haciendo una parada rápida en Antofagasta, una ciudad portuaria en el norte de Chile, nos dirigimos a la Mano del Desierto en el Desierto de Atacama.
Squawking pelicans are perched atop the streetlights, basking in the last rays of sunlight. Behind us, a middle-aged woman clutches a black, month-old puppy. She thrusts the pup like The Lion King’s Simba into the air and calls, “You want it?” With a sympathetic smile, I motion towards Pearl, my motorcycle, indicating I don’t have space for a puppy. Thanks anyway.
Los pelícanos graznando se posan sobre las farolas, disfrutando de los últimos rayos de sol. Detrás de nosotros, una mujer de mediana edad agarra a un cachorro negro de un mes. Lanza al cachorro por los aires como el Simba del Rey León y grita: "¿Lo quieres?". Con una sonrisa comprensiva, señalo a Pearl, mi motocicleta, indicando que no tengo espacio para un cachorro. Gracias de cualquier manera.
With our motorcycles loaded up like pack mules, we speed onto the Pan-American Highway. It’s time to go and high-five the giant sculpture of a hand in the middle of the desert. We head south into the barren territory. Eventually, we see the sign for the Hand of the Desert sculpture and follow the path off to the right.
Con nuestras motocicletas cargadas como mulas de carga, aceleramos hacia la Carretera Panamericana. Es hora de ir y chocar los cinco con la escultura gigante de una mano en medio del desierto. Nos dirigimos al sur hacia el territorio árido. Finalmente, vemos el letrero de la escultura Hand of the Desert y seguimos el camino a la derecha.
Mano del Desierto is an arresting sight despite it’s lower half being entirely covered in graffiti. It’s isolation makes it easy prey for vandalism, and at 36’ (11 meters) tall, it’s twice the size of a giraffe. Its presence is striking and powerful, regardless of the trash left on the ground by other visitors.
Mano del Desierto es una vista deslumbrante a pesar de que su mitad inferior está completamente cubierta de graffiti. Su aislamiento lo convierte en presa fácil del vandalismo y, con 11 metros (36 pies) de altura, es el doble del tamaño de una jirafa. Su presencia es impactante y poderosa, independientemente de la basura que dejan en el suelo otros visitantes.
Sitting and taking in the sight of the hand I am distracted by the noisy commotion from the road. Sleeping next to a busy highway wasn’t what I had in mind when I imagined camping in the Atacama Desert, but since we’re at a culmination point where many roads meet and go north towards Antofagasta, traffic sounds are unavoidable.
Sentado y observando la mano, me distrae la ruidosa conmoción de la carretera. Dormir al lado de una carretera concurrida no era lo que tenía en mente cuando imaginé acampar en el desierto de Atacama, pero como estamos en un punto culminante donde muchas carreteras se unen y van al norte hacia Antofagasta, los sonidos del tráfico son inevitables.
The late afternoon light begins to dance with the hand, drawing out pointed shadows from its elegant fingers—a lustrous scene. We tune out the traffic and enjoy the sunset. No one knows where we are, which is exactly how I like it.
La luz del atardecer comienza a bailar con la mano, dibujando sombras puntiagudas de sus elegantes dedos: una escena brillante. Nos desconectamos del tráfico y disfrutamos de la puesta de sol. Nadie sabe dónde estamos, que es exactamente como me gusta.
We turn off the road, pick an isolated spot, and make camp, still in view of the hand.
Salimos del camino, elegimos un lugar aislado y acampamos, todavía a la vista de la mano.
Dawn breaks and we wake to the sun flickering playfully between the hand’s fingers. We’re alone now, but signs of fellow visitors from last night remain in the form of fresh vandalism and party debris.
Amanece y nos despertamos con el sol parpadeando juguetonamente entre los dedos de la mano. Ahora estamos solos, pero quedan señales de otros visitantes de anoche en forma de nuevos actos de vandalismo y escombros de la fiesta.
Created in 1982 by Chilean sculptor Mario Irarrázabal, the Mano del Desierto was intended to evoke the tragic reality of the human condition; it embodies concepts of injustice, loneliness, vulnerability, and helplessness. I consider how those who come here and carelessly tarnish this monument might face these challenges themselves.
Creada en 1982 por el escultor chileno Mario Irarrázabal, la Mano del Desierto pretendía evocar la trágica realidad de la condición humana; encarna conceptos de injusticia, soledad, vulnerabilidad e impotencia. Considero cómo aquellos que vienen aquí y descuidadamente empañan este monumento podrían enfrentar estos desafíos ellos mismos.
Perhaps the presence of graffiti and litter on the ground only reinforces the point Irarrazabol was trying to make. And like the stains on the sculpture, this painful thought leaves a blemish on this otherwise wonderful experience.
Quizás la presencia de graffiti y basura en el suelo solo refuerza el punto que Irarrazabol estaba tratando de hacer. Y al igual que las manchas en la escultura, este doloroso pensamiento deja una mancha en esta maravillosa experiencia.