Layers of Nostalgia
 
 

Chapter 3 of Baja Like Nowhere Else: Bahía San Luis Gonzaga, or Gonzaga Bay, where the vastness of the landscape is matched only by its beauty, and the mountains, sea, and wind beckons you to let go of the past.

By/por Josiah Roe

South out of San Felipe and along the coast we pass white-walled real-estate developments and billboards for familiar brands, the last grasp of the "border", which then gives way to groves of massive cardón cacti and wide, dry arroyos that declare the existence of unseen water.

The landscape turns empty and we lose cellular connectivity, and with each mile we shed layers of nostalgia, expectation, and responsibility. We stop at the lone watering hole near Puertecitos, named “Cowpatty”.

Al sur de San Felipe y a lo largo de la costa pasamos desarrollos inmobiliarios de paredes blancas, el último agarre de la "frontera", que luego da paso a arboledas de cactus cardón masivos y arroyos anchos y secos que declaran la existencia de agua invisible.

Cuando el paisaje se vuelve vacío, paramos en el único bar cerca de Puertocitos: Cowpatty.

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Soon we climb a series of hills that give way to a broad view south along the coast and of four of the 37 UNESCO World Heritage islands in the Sea of Cortez: El Muerto, Sacuo, Jalme, and San Luis.

Subimos una serie de colinas que dan paso a una amplia vista azul de cuatro de las 37 islas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el Mar de Cortés: El Muerto, Sacuo, Jalme y San Luis.

In the distance is Bahia de San Luis Gonzaga, or "Gonzaga Bay", a general term for two bays divided by a sand spit that on low tide connects to Isla San Luis Gonzaga.

A lo lejos está la Bahía de San Luis Gonzaga, o "Bahía Gonzaga", un término general para dos bahías divididas por una lengua de arena que en marea baja se conecta con la Isla San Luis Gonzaga.

At the gas station, the only one for another 250 km, we take a long left out to the bay and chose one of the many empty and un-manned palapas of Rancho Grande. We find out later we pay at the market back on the main road.

En la gasolinera, la única en otros 250 km, tomamos un largo a la izquierda hacia la bahía y elegimos una de las muchas palapas vacías y sin personal de Rancho Grande. Más tarde nos enteramos de que pagamos en el mercado de regreso a la carretera principal.

We walk the long sandy beach to Alfonsinas and order overpriced margaritas and overpriced ceviche as the sky turns pink while pelicans fish the schools of feeder fish that race in wide circles around the bay.

Caminamos por la larga playa de arena hasta Alfonsinas y pedimos margaritas mientras el cielo se vuelve rosado mientras los pelícanos pescan en los bancos de peces alimentadores que corren en amplios círculos alrededor de la bahía.

The sea gradually retreats, briefly connecting the peninsula to island via a sand spit. The northern Sea of Cortez experiences the third highest tidal differential in North America, a product of a unique hydrology that helps make it the "Aquarium of the World" despite no longer receiving any water from the Colorado River.

El mar retrocede gradualmente conectando la península con la isla. El norte del Mar de Cortés experimenta el tercer diferencial de mareas más alto de América del Norte, producto de una hidrología única que lo convierte en el "Acuario del mundo" a pesar de que ya no recibe agua del río Colorado.

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As the sun sets a fire and coats keep us warm, and we make a dinner of chorizo and tri-tip tacos backed by cans of Classic Margaritas.

Un fuego y abrigos nos mantienen calientes, y preparamos una cena de chorizo y tacos de tres puntas acompañados de latas de Margaritas Clásicas.

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The next morning the cold Del Norte winds arrive in force marking the arrival of a storm front from the west. But the rain barely makes it over the mountains and instead casts a rainbow behind the row of wooden outhouses, beckoning us to continue on our way.

A la mañana siguiente llegan con fuerza los vientos fríos del Norte marcando la llegada de un frente de tormenta desde el oeste. Pero la lluvia apenas llega a las montañas y, en cambio, arroja un arco iris detrás de la hilera de letrinas de madera, llamándonos para continuar nuestro camino.

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